La igualdad de género, significa la misma valoración y aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, y de los diversos papeles que tienen en la sociedad.
Las políticas de igualdad de género, responden principalmente a la aceptación por parte de los poderes públicos de las desigualdades existentes, entre mujeres y hombres en el marco de la sociedad. Van dirigidas a crear y garantizar las condiciones necesarias para que mujeres y hombres se desarrollen de forma igualitaria/equitativa en el marco social, político, económico y cultural.
Las políticas de igualdad o equidad de género, parten de la constatación de las desigualdades existentes en las sociedades actuales, que son sustentadas en un sistema sexo/género, implícito en lo político, social, económico y cultural, dirigido a todas las esferas de vida pública y privada, y reproducido a través de mecanismos de poder “invisibles” y aparentemente “neutrales”. Desde esta perspectiva uno de los objetivos de las políticas de igualdad, es precisamente la transformación de las relaciones desiguales.
Cuando hablamos de políticas públicas para conseguir la igualdad entre los géneros, encontramos diferentes actuaciones y estrategias basadas en diferentes categorías de análisis de las desigualdades entre hombre y mujeres, y desde donde derivan paradigmas diversos y complementarios por parte de los poderes públicos.
En este sentido las teóricas, Teresa Rees y Silvia Walby, aportan un cuadro que sistematiza los diferentes modelos de justicia de género y que corresponden a las diferentes estrategias públicas para conseguir la igualdad.
Modelos de Igualdad de género.
- Modelo basado en la homogenización de un universal masculino. Se trabaja por integrar a las mujeres en los ámbitos masculinos, con una permanencia a la norma, la cual no es modificada.
- Modelo de valoración igualitaria, de las contribuciones específicas de mujeres y hombres.
- Nuevo contexto, tanto para hombre y mujeres, con una trasformación social, político, económico y cultural de las relaciones desiguales.
Relacionado con estos modelos de igualdad, se pueden derivar distintas estrategias para abordarlos (Verloo, 2001)
- Igualdad de trato. Cambios legislativos para una igualdad de derechos formales para hombre y mujeres (igualdad de oportunidades).
- Políticas de igualdad específicas. Existencia de una situación de desigualdad entre hombre y mujeres, en que los problemas específicos de las mujeres no encuentran respuesta. Se percibe una carencia de acceso a recursos, a capacitación, entre otros, poniéndose en marcha medidas compensatorias o es específicamente dirigidas a mujeres. (Políticas de género y acciones positivas).
- Gender mainstreaming (transversalidad del género). “Promueve la reorganización, la mejora, el desarrollo y la evaluación de procesos políticos, de forma que una perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las políticas, en todos los ámbitos y en todas las etapas, por parte de todos los actores normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas” (Consejo de Europa, 1999)
Estas estrategias, han surgido de forma gradual y se han ido implantando en la medida de que las demandas sociales en torno a la igualdad de género han tenido respuesta pública. No son excluyentes y su utilización depende de diferentes elementos a tener en cuenta, como el grado de profundización que tiene un Estado en sus políticas de género y equidad, su grado de institucionalización y sobre todo las necesidades y demandas ciudadanas.